Siendo la vid de Dios. Enero 22

La Biblia, devocionales.

 Hijo de hombre, ¿qué es la madera de la vid más que cualquier otra madera? ¿Qué es el sarmiento entre los árboles del bosque? 

Ezequiel 15:2

Estas palabras son para aleccionar al pueblo de Dios. Son llamados la viña del Señor, pero por naturaleza, ¿qué son ellos más que los demás? Por la bondad de Dios, se volvieron fértiles, porque fueron plantados en buen suelo. El Señor los capacitó dentro de las paredes del santuario y ellos dieron fruto para su gloria; pero ¿qué son ellos sin su Dios? ¿Qué son sin la continua influencia del Espíritu Santo que genera fruto en ellos?

Ah, cristiano, aprende a rechazar el orgullo al ver que no tienes motivo para tenerlo. Seas lo que seas, no tienes nada de qué enorgullecerte. Cuanto más tienes, más le debes a Dios; y no deberías sentirte orgulloso de aquello que te convierte en deudor. Considera tu origen; recuerda lo que eras. Piensa en qué serías sin la divina gracia.

Mírate cómo eres ahora. ¿Tu conciencia no te reprueba? ¿Tus miles de vaivenes no te vienen a la memoria diciéndote que no eres digno de ser llamado hijo de Dios? Y si Él te ha convertido en algo, ¿no has aprendido que es la gracia lo que te hace diferente? Gran cristiano, serías un gran pecador si Dios no te hubiera transformado.

Ah, tú que eres valiente para la verdad, serías también tan valiente para el error si la gracia no se hubiese derramado sobre tu ser. Por tanto, no seas orgulloso, pues aunque tengas una gran posesión, una ancha extensión de gracia, no tienes ni una sola cosa que puedas llamar tuya, excepto tu pecado y miseria. ¡Ah!, extraña presunción la tuya —que tienes todo prestado—pensar en presumir, cuando eres un pobre pensionista dependiente de la bondad de tu Salvador; que tienes una existencia que moriría sin las frescas corrientes de vida de Jesús. ¡Y aun así te enorgulleces! ¡Qué vergüenza, oh, necio corazón!


Charles Spurgeon.


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