Contando con Cristo en todas nuestras aflicciones. Enero 23

La Biblia, devocionales.

 … He exaltado a un escogido de mi pueblo.

Salmo 89:19  

¿Por qué Cristo fue escogido de entre el pueblo? Habla, corazón mío, ya que los pensamientos que provienen del corazón son los mejores. ¿No habrá sido porque Él era capaz de ser nuestro hermano, en un bendito vínculo familiar de sangre? ¡Ah, qué relación hay entre Cristo y el creyente! El creyente puede decir: «Tengo un Hermano en el cielo; puedo ser pobre, pero tengo un Hermano que es rico, y es Rey. ¿Acaso Él va a querer verme sufrir mientras está en su trono? ¡Oh, no! Él me ama; Él es mi Hermano».

Cristiano, aprópiate de esta idea bendita como si fuera un collar de diamantes en el cuello de tu memoria. Colócala como un anillo de oro en el dedo del recuerdo, y utilízala como el propio sello del Rey, rubricando las peticiones de tu fe con la certeza del éxito. Él es un hermano nacido para la adversidad; trátalo como tal.

Cristo también fue escogido de entre el pueblo para que pudiera conocer nuestros deseos y comprendernos. Él «fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado». En todas nuestras tristezas, tenemos su compasión. Tentación, dolor desilusión, debilidad, cansancio, pobreza… Él lo conoce todo porque lo ha sentido. Recuerda esto, cristiano, y permite que te anime. Por más difícil y doloroso que sea tu camino, está marcado por las pisadas de tu Salvador. E incluso cuando llegues al valle de sombra de muerte y a las profundas aguas del caudaloso Jordán, encontrarás allí sus pisadas.

En todos los lugares por los que pasemos, Él ha sido nuestro precursor. Cada fardo que tengamos que cargar fue ya colocado una vez sobre los hombros de Emanuel. Su camino fue mucho más escarpado y sombrío que el mío. Si Cristo, mi Señor, sufrió, ¿cómo puedo yo quejarme?  ¡Ten valor! Los pies del Rey dejaron un rastro de sangre en el camino y consagraron la espinosa senda para siempre.


Charles Spurgeon.


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