Conduciendo a su pueblo hacia la salvación. Enero 21

La Biblia, devocionales.

 Y luego todo Israel será salvo…

Romanos 11:26  

Entonces, Moisés cantó ante el Mar Rojo. Fue una gran alegría para él ver que todo Israel estaba a salvo. Ni una gota caería de la sólida pared de agua hasta que el último bendito israelita pusiera su pie a salvo del otro lado del mar. Hecho esto, las murallas de agua se derrumbaron de inmediato volviendo a su lugar, pero no antes. Parte de aquella canción era: «Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste».

En el tiempo postrero, cuando los elegidos canten el cántico de Moisés —el siervo de Dios— y del Cordero, será ese el canto triunfal de Jesús: «De los que me diste, no perdí ninguno». En el cielo, no habrá ningún trono vacío. Pues todo el pueblo escogido se reunirá alrededor del trono, bendecirá el manejo de su gracia y hará que su gloria sea conocida. 

Todos los que Dios escogió, todos los que Cristo redimió, todos los llamados por el Espíritu, todos los que creen en Jesús, atravesarán a salvo el mar dividido. Aún no estamos todos en tierra firme. Parte de la hueste cruzó la corriente y parte está cruzándola ahora.  La vanguardia del ejército ya alcanzó la costa. Estamos marchando a través de las profundidades. Hoy estamos siguiendo a nuestro Líder en el corazón del mar. Tengamos buen ánimo; en breve, la retaguardia estará donde ya ha llegado la vanguardia; el último de los escogidos pronto habrá cruzado el mar; y entonces, se oirá el canto triunfal, cuando todos estén a salvo.

Pero ¡ah!, si tan solo uno estuviera ausente, ¡ah! si uno de su familia escogida quedara atrás, habrá una disonancia eterna en el cántico de los redimidos, y las cuerdas de las arpas del paraíso se cortarían pues la música jamás podría salir de ellas.


Charles Spurgeon.


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