… éstos no tienen raíces…
Lucas 8:13
Alma mía, examínate esta mañana a la luz de este texto. Recibiste la Palabra con alegría; ella estremeció tus sentimientos y te causó una vívida impresión; pero recuerda: recibir la Palabra con los oídos es una cosa, y aceptar a Jesús en tu alma es otra muy distinta.
Permíteme que sienta temor de una santidad tan rápida en el crecimiento así como carente de resistencia, semejante a la calabacera de Jonás; permíteme hablar del precio de ser un seguidor de Jesús. Y por encima de todo, permíteme sentir la fuerza de su Santo Espíritu, y entonces, tendré una simiente duradera y resistente en mi alma. Si mi mente permanece tan inflexible como era por naturaleza, el sol de la prueba la quemará, y mi duro corazón ayudará a aumentar terriblemente el calor sobre esa semilla mal cubierta. Entonces, mi religión morirá pronto y mi desesperación será terrible. Por lo tanto, oh, Sembrador celestial, sea yo arado primero, y entonces, la verdad se lance sobre mí y me permita producir una cosecha abundante.
Charles Spurgeon.
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