Romanos 8:34
El que una vez fue despreciado y desechado entre los hombres, ahora ocupa la honrosa posición de un amado y adorado Hijo. La diestra de Dios es el lugar de majestad y favor. Nuestro Señor Jesús es el representante de su pueblo. Cuando él murió por los suyos, ellos tuvieron reposo; cuando resucitó, tuvieron libertad; cuando se sentó a la diestra de su Padre, tuvieron favor, honor y dignidad. La resurrección y la ascensión de Cristo es la elevación, la aceptación y glorificación de todo su pueblo, pues él es su cabeza y su representante. El sentarse a la diestra de Dios debe considerarse, pues, como la aceptación de la persona del Fiador, la recepción del Representante y, en consecuencia, la aceptación de nuestras almas.
Ved al Cristo, ser de gloria Es
del mundo vencedor.
De la guerra vuelve invicto.
Todos deben darle loor.
Escuchad las alabanzas
Que se elevan hacia él,
Victorioso reina el Cristo:
Adorad a Emmanuel.
Charles Spurgeon.
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