Mirando solo hacia adelante. Enero 29

La Biblia, devocionales.

 …mirando nosotros las cosas […] que no se ven…

2 Corintios 4:18  

En nuestra peregrinación cristiana, casi siempre es bueno mirar hacia delante. Adelante yace la corona y por delante está el objetivo. Sea por esperanza, por alegría, por consuelo o por inspiración de nuestro amor, el futuro debe ser, en definitiva, el gran objeto de la mirada de la fe. Mirando al futuro, vemos que el pecado será extirpado; el cuerpo de pecado y muerte, destruido; el alma, perfeccionada y apta para participar de la herencia de los santos en luz.

Mirando aún más adelante, los ojos iluminados de los creyentes pueden ver que el río de la muerte pasó, el cauce sombrío fue atravesado y las colinas de luz fueron alcanzadas, allí donde se erige la ciudad celestial. El cristiano se ve entrando por los portales de perlas; saludado como más que un vencedor; coronado por la mano de Cristo; abrazado por sus brazos; glorificado con Él y sentado a su lado en su trono, así como Él venció y se sentó con su Padre en su trono.

Pensar en este futuro también puede aliviar la oscuridad del pasado y la tristeza del presente. Las alegrías del cielo ciertamente compensarán las aflicciones de la tierra. ¡Cállense, cállense, dudas mías! La muerte solo es un estrecho riachuelo que pronto habrás cruzado. ¡Tiempo, qué corto eres! ¡Eternidad, cuán extensa! ¡Muerte, qué breve eres! ¡Inmortalidad, cuán infinita! Parece, incluso ahora, que estoy comiendo los racimos de Escol y bebiendo de la fuente que está dentro de la puerta. ¡El camino es tan, tan corto! Pronto allí estaré. 

"Cuando el mundo mi corazón desgarra con su más pesada tempestad de preocupación, mis alegres pensamientos hacia el cielo ascienden y encuentran un refugio para la desesperación. La visión brillante de la fe me sustenta hasta que la peregrinación de la vida pase. Los miedos pueden molestarme y los problemas, dolerme, pero finalmente, a mi casa voy a llegar".


Charles Spurgeon.


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