"Y ni mi palabra ni mi predicación fueron con
palabras persuasivas de humana sabiduría",
palabras persuasivas de humana sabiduría",
1 Corintios 2:4
Pablo era un erudito y orador notable y aquí él no está hablando por un profundo sentido de humildad. Él dice que al predicar el Evangelio podía encubrir el poder de Dios si impresionaba a las gentes con la excelencia de su discurso. La fe en Jesús es un milagro que se produce únicamente por la eficacia de la redención, no por palabras persuasivas ni por galanteos y conquistas, sino por el poder de Dios sin ayudas adicionales. El poder creativo de la redención se debe a la predicación del Evangelio, no a la personalidad del que predica.
"Y yo, cuando sea levantado... a todos atraeré a mí mismo", Juan 12:32.
Oswald Chambers.
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