Hechos 24:16
En realidad los mandamientos que Dios nos ha dado están dirigidos a la vida de su Hijo en nosotros. En consecuencia, para nuestra naturaleza humana en la cual se ha formado su Hijo, sus mandamientos son difíciles. Pero, tan pronto como obedecemos se vuelven fáciles debido a la intervención divina.
Dios siempre nos instruye hasta en el más mínimo detalle. ¿Mi oído es tan sensible que puede escuchar el susurro más suave del Espíritu para que sepa lo que debo hacer? "Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios", Efesios 4:30. Él no habla con una voz de trueno, su voz es tan suave que fácilmente la podemos pasar por alto. Lo único que mantiene nuestra conciencia sensible a su llamado es el hábito de tener un corazón abierto para Dios. Cuando empieces a discutir en tu interior, para inmediatamente. Si te preguntas "¿Porqué no debo hacer esto?", estás equivocado. No hay controversia válida una vez que tu conciencia habla. Cuando permites que haya algo que opaque tu comunión interior con el Señor, lo haces bajo tu propio riesgo. Déjalo, sin importar lo que sea y ten cuidado de mantener clara tu visión interior.
Oswald Chambers.
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