Mateo 11:28
En el mismo instante que algo empiece a desintegrar tu relaciĂ³n con Jesucristo, vuĂ©lvete a Él y pĂdele que restaure tu descanso.
Nunca le des cabida a lo que te roba la paz. Asume cada factor de desintegraciĂ³n como algo contra lo cual debes luchar y no tolerar. PĂdele al Señor que haga evidente en ti la conciencia de Él, pues asĂ la conciencia que tienes de ti mismo desaparecerĂ¡ y el Señor serĂ¡ tu todo, en todo. No permitas que continĂºe esta conciencia de ti mismo, porque lenta e inexorablemente despertarĂ¡ en ti la autocompasiĂ³n, la cual es satĂ¡nica. No te permitas decir: “Bueno, como me malinterpretaron deberĂan presentarme excusas. Estoy seguro de que realmente debo insistir en que se aclare el asunto”. En esto aprende a dejar tranquilos a los demĂ¡s. Sencillamente pĂdele al Señor que te dĂ© la conciencia de Cristo y Él te darĂ¡ el equilibrio necesario hasta que estĂ©s verdaderamente completo en Él.
Si tratamos de vencer la conciencia que tenemos de nosotros mismos por cualquier mĂ©todo de nuestro sentido comĂºn, lo que haremos es desarrollarla enormemente. JesĂºs dice: Venid a mĂ y yo os harĂ© descansar, es decir, la conciencia de Él tomarĂ¡ el lugar de la nuestra. JesĂºs establece su reposo en cualquier sitio donde va, un reposo por causa de la perfecciĂ³n de la actividad en nuestra vida de la cual estamos conscientes.
Oswald Chambers.
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