Josué 24:15, LBLA
La voluntad de una persona hace parte de todas sus acciones. No puedo renunciar a mi voluntad, debo ejercitarla poniéndola en acción. Debo tener la voluntad de obedecer y ser controlado por el Espíritu Santo. Cuando Dios me da una visión de la verdad, ya no debo preocuparme por lo que Él hará, sino únicamente por lo que debo hacer. El Señor nos ha estado planteando a cada uno de nosotros algunas grandes propuestas, pero lo mejor que puedes hacer es recordar lo que hiciste cuando inicialmente Él te tocó. Recuerda el momento cuando fuiste salvo, cuando reconociste por primera vez a Jesús, o cuando comprendiste alguna verdad. En ese entonces te resultó fácil serle fiel. Cada vez que el Espíritu de Dios te presente una nueva propuesta, recuerda de inmediato esos momentos.
Declárale abiertamente: "Te seré fiel". Pero recuerda que tan pronto elijas serle fiel a Jesucristo, te convertirás en un "testigo contra ti mismo" (ver Josué 24:22). No consultes con otros creyentes, sino confiesa delante de Él: "Yo te serviré". Sé fiel y reconoce la fidelidad de otras personas.
Oswald Chambers.
0 Comentarios