Filipenses 3:12
Nunca elijas ser un obrero de Dios; pero una vez que recibas su llamado, ¡ay de ti si te apartas a la derecha o a la izquierda! No estamos aquí trabajando para Dios por elección propia, sino porque Él nos ha "agarrado". Y, una vez que lo ha hecho, nunca pensamos: "Bueno, en realidad no soy apto para esto". Dios también determina lo que vas a predicar y no es por la motivación de tus inclinaciones o deseos naturales. Mantén tu alma en una firme relación con Él y recuerda que fuiste llamado no sólo a testificar, sino también a predicar el Evangelio. Todo cristiano debe dar testimonio de la verdad de Dios. Pero, cuando se trata del llamamiento a predicar, debes sentirte fuertemente asido por la mano de Dios. Él ha tomado tu vida con este único propósito. ¿Cuántos de nosotros hemos sido agarrados así?
Oswald Chambers.
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