Juan 4:11
“¡Estoy impresionado con las maravillosas verdades de la Palabra de Dios, pero realmente Él no espera que yo las cumpla ni que ponga en practica toda esa cantidad de detalles en mi vida!" ¿Alguna vez has dicho esas palabras? El hecho de enfrentarnos al verdadero valor que le damos a Jesús refleja una superioridad religiosa. Sus ideas nos impresionan y nos parecen elevadas, pero creemos que Él no es realista y que lo que nos dice es impracticable. Cada uno de nosotros pensamos así de Jesús en alguna área de nuestra vida. Estas suspicacias empiezan a surgir cuando le damos cabida a preguntas que desvían nuestra atención de Dios, las cuales surgen mientras estamos hablando de nuestros tratos con Él y los demás nos dicen: "¿De dónde vas a sacar el dinero necesario para vivir? ¿Cómo vas a sobrevivir y quién se encargará de tus necesidades?" O los recelos comienzan en nosotros mismos cuando le decimos a Jesús que nuestro caso es demasiado difícil para Él. Entonces, expresamos: "Es fácil decir 'confía en el Señor', pero una persona tiene que comer. Además, Jesús ni siquiera tiene con qué sacar el agua del pozo, y no puede usar nada para darnos lo que necesitamos".
Oswal Chambers.
0 Comentarios